Tú que me enseñaste a ser una buena amiga, que me enseñaste lo importante que puede llegar a ser una persona...
Tú que me abandonaste, exactamente igual que yo te abandoné... y cuando volvimos no hicieron falta perdones.. porque con mirarnos lo supimos todo.
Tú que perdonaste fallos, que comprendiste mis malos días, que me escuchaste, que me entendiste.. Solo tú.
Tú que sin darme cuenta te has hecho increíblemente especial.
Que pasito a pasito hemos hecho de nuestra amistad la mas increíble del mundo, año tras año, día tras día..
Tú que me cuidas, siempre, da igual el momento, da igual el lugar, siempre estás a mi lado cuando te busco.
Desde aquellos once años con los que te conocí, desde aquellas persecuciones en la calle, desde aquellas risas en clase, desde que comenzamos con nuestras tonterías melli, desde siempre.
Se que jamás desaparecerás, porque a pesar de tantas complicaciones sigues aquí, conmigo, como siempre.
Tú no me abandones, que yo haré el resto.
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