lunes, 17 de diciembre de 2012

FH 23.

No te buscaba, en absoluto, no necesitaba a nadie como tú, no quería ni oír hablar de eso a lo que llaman amor, no quería pensar en discusiones futuras, ni en preocupaciones innecesarias, ni si quiera me hacía falta saber de tu existencia.
Sabía lo que era una relación y no me había gustado la experiencia, estaba totalmente escarmentada, asqueada y convencida de que era mi momento, solamente mio, que nadie podría cambiarlo.
Entonces apareciste tú.

martes, 15 de mayo de 2012

EL mejor Abu del mundo.

Recuerdo sus llamadas telefónicas, su buen humor, sus enfados, sus bromas. Recuerdo los polos de menta en el chalet, las rosas recién cortadas que me regalaba, la hierbabuena todavía húmeda. Recuerdo llegar a su casa y escuchar cómo se metía en la cocina y me preparaba meriendas increíbles, el cariño con el que me hacía gambas a la gabardina para cenar y los gazpachos acompañados de ''este sí que me ha salido buenisimo hija, ya verás, coge pan''. Recuerdo sus empanadas y sus bollos de limón. Recuerdo aquella receta del conejo al ajillo que no pudo contarme, las tardes de castañas asadas y dominó. Recuerdo cuando me recordaba que al nacer mi cara era como la de una medalla. Para él siempre estaba guapa, siempre olía bien, no había un sólo día en el que se le olvidara recordármelo.
Recuerdo sus regañinas por poner los pies encima de la silla a la hora de comer y cuando se me escapaba un bostezo después del postre.
Recuerdo lo que me enfadaba cuando en las siestas de verano venía y apagaba la tele y yo le decía '' jope abu que sin tele no puedo dormir!!'' y el respondía ''pero si no las estas viendo no gastes a lo tonto''.
Recuerdo cuando llamaba y él lo cogía, sus ''Bien'' ese tono que era el suyo cuando le preguntaba que cómo estaba.
Recuerdo cuando venía a recogerme a la escuela de música a las tantas y me traía mi bollo preferido, Morenito se llamaba, merengue y chocolate, qué recuerdos.
Recuerdo que me mojaba con la manguera, cuando me pedía que le acompañara a por peritas de san juán, cuando me traía una fresa de la mata y yo me la comía sin lavarla, me encantaba. Los paseos cuando era casi de noche y me compraba un helado de menta y chocolate aunque le regañaba mi abuela diciendo ''ya verás como no cene, Julián'' y él me guiñaba un ojo.
Recuerdo por supuesto las cuñas de jamón, cómo olvidarlas, mi tía y yo nos peleabamos por coger la más grande.
Sus nervios en el bar, las pajitas llenas de aritos crujientes y los cucuruchos de frutros secos y patatas, siempre tenía un ratito para prepararmelo aunque el bar estuviera lleno, le sentaba fatal que quitara el papel a las botellas de Nestea.
Era inigualable, luchador y la persona más increible del mundo, así era él, era mi abu, el mejor de todos.
Jamás olvidare nada, es imposible, ha pasado conmigo todos mis días y siempre ha estado ahí para darme un buen consejo, para recordarme lo importante que era para él y para alegrarnos la vida a todos con sus chistes. Era mi abu, el mejor del mundo