martes, 5 de julio de 2011

Acalorada

Me muero de calor, es insufrible, insoportable, pero me encanta.
Ayer creí que me derretía, completamente, acaloradísima, calada.
Como si el fuego se hubiera metido dentro de mí, como si en mis sueños me llevaran al mismo infierno.
Anochece, parece que la cosa mejora, dejo mi persiana subida, sólo un poco para que Greta no se escape, un ligero soplo de viento me deja dormir abrazada a mis sabanas, tranquila, notando como mis pensamientos se hacen grandes hasta convertirse en historias casi reales de las que no puedo salir, me envuelvo en sensaciones alucinantes, frías, templadas y no tan templadas, las horas pasan y yo me revuelvo en mi cama sin poder parar, sin encontrar esa postura que me deje descansar, creo que mi cazasueños hace mucho que dejó de funcionar.
Despierto, es otro calurosísimo día de julio, me voy a la piscina, o a la playa, o a la bañera, o a la nevera, no lo sé, necesito respirar, sentirme fría, porque es lo que quiero ser, fría, aunque sé que no puedo, que es imposible, soy demasiado apasionada, demasiado estía, demasiado bochornosa...
Verano, verano, verano, me vas a volver loca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario