viernes, 4 de marzo de 2011

No merece título

Sigues apareciendo en mis sueños y no quiero.
Apareces aunque lleve meses sin querer pensar en ti, en lo que pasó, en toda esa mierda.
Sigues intentando solucionarlo todo, en sueños claro, sólo en sueños.
Sigues pretendiendo hacerme creer esas fantasías tuyas que me revientan.
Quise que desaparecieras, por fin lo hiciste, dejaste de hacerme daño, en parte.
Dejé de llorar, dejé esa tristeza a un lado y ahora estoy genial.
Sigues haciendo las cosas mal y lo sabes, cada día que pasa siento un poco mas de rabia hacia ti, hacia tu manera de ser, hacia todo el mundo este que te has construido, hacia toda esa ficción que te rodea y que me pone enferma.
Supongo que llegó un momento en que ví como eres, como has sido siempre y cómo supiste hacerme creer lo contrario desde que yo no tenía la capacidad de tener mis propias opiniones.
Aún así pretendes que llegue el día en que yo vaya a ti, te pida perdón por esas cosas por las que tu crees que debo hacerlo y todo sea precioso, increíble, fantástico como pensaste que sería.
Pero, aunque tú seas incapaz de ver la realidad, aunque tú seas incapaz de entender la gravedad de todo esto, aunque tú creas que esto es un juego de niños, una rabieta de adolescente, aquí estoy yo para tener la mente fría cuando debo tenerla, para saber que no te necesito, para saber que vivo mas tranquila sin ti, que el daño que me has hecho no se puede comparar con otros daños, para recordar cada una de las cosas que me hicieron alejarme de ti, para ver, que aunque intenté arreglarlo en algún momento, tú siempre lo estropeaste.
Ahora, mírate, mira lo que has hecho de ti  con tus mentiras, mírate y piensa si de verdad merece la pena este cambio de vida que un día decidiste que sería el correcto, tú no estas bien y dudo muchísimo que lo hayas estado alguna vez.
Yo seguiré como hasta ahora, viviendo cada día como si fuera el día mas importante, seguiré avanzando como lo estoy haciendo, me pondré mala, me pasarán cosas increíbles y otras menos increíbles y tú seguirás demasiado ocupado viviendo tu mentira para poder verlo.
No quiero volver a soñar contigo, porque son sueños desagradables, porque cuando me despierto por la mañana y lo recuerdo me pongo de muy mal humor, porque tengo mucha rabia, muchísima. No quiero soñar contigo mas.

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