domingo, 28 de noviembre de 2010

Ya no lo era

Un lugar, mi lugar, en el que viví y sentí, en el que lloré y reí.
Un lugar que dejó de serlo, que un día desapareció para mí. Creí que jamás lo echaría de menos. Lo saqué de mi vida sin pensarlo, sin más.
Hoy ese lugar se ha consumido y ya no hay nada.
Sí, aquel sitio nunca fue del todo mío, no lo sentí ni quise sentirlo.
No había ya nada dentro de ese espacio, no había nada que me llenara, que me uniera a el, o por lo menos eso creía yo.
Hoy he visto caras, caras que expresaban tristeza, histeria, rabia, impotencia, pero sobre todo desolación.
Sí, había algo que me unía a ese lugar, sí había algo que me ataba con una cuerda muy larga y fna.
Hoy lo he sentido.
Ahí estaban esas personas, esas personas y sobre todo esa persona. No me miraba, no me entendía y era débil. Estaba asustado, manteniéndose como podía.
No se debe dejar nada pensando en volver más tarde, o en otro momento, no se debe perder el tiempo, ni se deben tener orgullos absurdos. No se debe perder nada que pueda mantenerse. Hay que vivir y aprender. y sobre todo, he aprendido que tomar decisiones precipitadas solo te hace perder, hay que dar tiempo a los momentos, hay que pararse a pensar, analizar y jamás debemos dejarnos llevar por los momentos de ira en los que no se piensa. Calma, sobre todo calma.

2 comentarios:

  1. tranquila, te quiero, si necesitas hablar dimelo y llamame, te quiero, todo va a pasar y en estos malos momentos debe de quedar lo puro y lo unico.
    Alber

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  2. Te mando un abrazo...
    Estas cosas hacen pensar y plantearnos lo efímeras que son las cosas, tú lo has aprendido muy joven y seguro que esto te hace vivir de forma más auténtica cada día.

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